jueves, 8 de octubre de 2015

Dos sombras y un silencio

Dos sombras y un silencio

Quizá entre esos puntos donde el hilo atraviesa el cuero,
tejiendo puentes de sombras durante un segundo,
resguardadas del sol y de las luces nocturnas.
Siempre busco esas sombras breves, a punto de caducar.

Pensé que allí te encontraría, iluso, sin valor para buscarte.
Soñé que allí donde naufragásemos esa noche, ocurriría el milagro.
Nuestro Portal de Belén, nuestro antro en Madrid,
tan normalucho y común, que solo se encuentra una vez
(para evitar melancolías).

Una estrella circulaba por mis venas, liberando mi espíritu.
Pero en nuestro baile eterno, nunca llegamos a tocarnos;
nunca nos saltamos las reglas, con sangre grabadas.

Es nuestra canción un silencio, esperando cada uno el "berso" del otro,
antes de que algún imbécil juzgue el silencio como arte moderno
y lo destroce con sus aplausos desentonados, desatinados. Grises.

No me atrevo a cantar,
el imbécil sonríe, con cara de entendido,
y yo solo deseo
que no nos devore el silencio.

Mientras, sus aplausos dibujan los límites
en esta canción eterna.

21-03-15 ArGoS

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