Alzo el vuelo, y la noche es el espejo
sobre el mar níveo de mis suturas.
Una suerte de extraña criatura
cosida a retazos de reflejos.
Rozan mis dedos el tibio festejo,
retales de recientes aventuras;
mi cuerpo, y toda mi envergadura,
a un tiempo tan míos, a otro tan lejos.
En un sucio esqueleto me conformo,
y quedo cada noche al congelarme
expuesto a vuestros besos y agravios.
Estos tejen sueños en mis contornos,
germinan en mi alma al despertarme
las flores nacidas de vuestros labios.
26/03/16 ArGoS
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