domingo, 13 de marzo de 2016

El vagabundeo del viento solitario




 Nace de nuevo la ilusión

con un llamativo destello
de libélulas nerviosas
jugueteando en el cielo nocturno.
Ofrezco, humilde y mudo,
sonrisas con ocultos significados
mientras mi mano cruza
el aliento que nos separa
con la palma hacia arriba.

Pero Ella es mármol,
tallada en los reflejos
y destellos que cubren mi mente,
aquellos que llenan de luz
el silencio que me envuelve
como una capa, cubriendo
mi buen corazón con un manto
de noche furtiva y mágica.

No sé si alguien comparte
lo vagabundeos que son viajes
o si nadie comprende
que este camino plagado de estrellas
no está hecho para hacerlo solo,
cuando resulta frío y oscuro
y su hermosura muere en mis ojos,
al no contemplarla acompañado.

Pero esta noche soy el viento
a quien nadie dio la mano.

4/1/12 ArGoS

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