Si me dijeran tus ojitos "ven conmigo"...
bailaría desnudo por las calles
el lucero tibio de la mañana,
sembrando de colores las aceras.
Ay, que si me deslumbras...
Ese cuerpo de negra aceituna
bailándole las palmas a la luna,
ay, si me atrapase otra vez.
Al yermo pastizal que es hoy mi alma
lo quemarás hasta las cenizas
para hacerme prisionero de tu mantón.
Y yo por las arenas cambiantes
seguiré tu taconeo, y me iré
(libre de mí) tras de tu pelo
para ofrecerte mi tacto y rendición.
¡Que mi deambular por esta vida
valdrá la pena el tiempo justo
que sea sombra tras tus pies¡
Y tómeme la noche
el día que me despaches,
seco ya el jugo de mi ser.
Y tómeme la noche
el día que me despaches,
no vaya a despertarme el amanecer.
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