martes, 8 de diciembre de 2015

Ruiseñor, ruiseñora

¿Dónde estás, mi mitad?
Hoy vine para irme lejos,
repicando en jolgorio la cadena
que enjaula mi libertad
entre tus dulces piernas.

Hoy vuelo como un ave,
descosiendo en retazos
de tiempo el cielo añil
que me separaba de tu lado.

Al fin, me posaré en tu mano,
y beberé del rocío que ocultas
tras la aurora de tus labios.

Y al abrir nuestras alas,
nos alejaremos trinando
de cada ciudad que haya
recogido las plumas yermas
de nuestra tristeza.

03/12/15 ArGoS
 

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