jueves, 28 de julio de 2016

Farolillos de Madrid

Frías cayeron las plumas bajo el viento aterrador,
como perlas virando, casi invisibles en el cielo gris.
Rojos nubarrones de atardecer cubrían la ciudad.
Y en la escarcha aferrada a sus aceras, las farolas
resquebrajaban, tenues, la tristeza helada a capas.

Mantened los farolillos encendidos, habitantes de Madrid,L
cuando la sombra de la larga noche invernal se cierna,
hambrienta de latidos, y la tormenta arrase, azarosa,
los cuerpos que ayer mismo heredamos de la tierra.

Cuando vengan sus ojos a posarse, no dejéis que se apague
el fuego del hogar. Yo lo hice, y nunca ya volveré a encontrar
mi alma errante, náufraga que vaga perdida 
entre la nieve y la oscuridad.

27/7/16 ArGoS

Bohemia VI

Un poeta de cieno
se deshace en los brazos
livianos de un ángel.

En forma de mujer, el viento
siente sus alas en la espalda
en el alma, en la cárcel de hueso.

El sol despejas las nubes azules
que oscurecían la blanca habitación.
La cama se estremece bajo un beso.

Incorpóreo, intangible, un sueño
de carne y plumas se desliza
sobre la ilusión del amanecer.

28/7/16 ArGoS