lunes, 28 de septiembre de 2015

Sueños en la cuerda floja



SUEÑOS EN LA CUERDA FLOJA

Y cuando el contexto vuelve a amanecer, yo ya me he ido. Cuando el equilibrio se equilibra, me pilla torcido y jorobado, o quizás solo me pilla por sorpresa, pero el caso es que no recuerdo como respirar la paz eterna de la cuerda floja, y los gritos de los focos me desvelan en el momento de dar el siguiente paso, mordiéndome a ciegas.

Soy movimiento, y no quiero acunarme en la protección de tu red cuando salto, sino tu confianza, ese guiño a escondidas, que carga de electricidad mis piernas para impulsarme al vacío, tratando de volar. No creo en la muerte. Al menos, en la mía.

En caso de que chocara con el fondo, aplausos y a reírse, que en el circo de mis días prohibí la entrada a las lágrimas que me encadenan al suelo para ofrecerme indefenso al enorme monstruo gris de la rutina.

Mis heridas necesitan sonrisas, disfraces que me hagan invulnerable, no tiritas que me invaliden, exorcizando a mis sueños de mi futuro, escupiéndome a una mediocre realidad.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Bohemia III

Bohemia III

Tú fumabas acodada en la pequeña terraza,
con el gris azulado del amanecer
bostezando su neblina fina ante tus ojos,
que se perdían en un mundo inalcanzable,
mientras el humo de un cigarrillo
trepaba, azaroso, por tu hombro desnudo,
y la colilla se consumía sin prisa en tu mano,
único signo de que el tiempo existía.

Yo salía al caluroso amanecer sin sol,
y me apoyaba en la baranda, en silencio,
esperando ver, a tu lado, cómo despertaba el día.
Tu conciencia me aceptaba con naturalidad,
no como a una interrupción molesta, ni como
algo extraordinario a lo que prestar atención,
sino como a un igual, como a un eterno compañero,
y el tiempo consumía, parsimonioso, tu cigarrillo,
mientras nuestros brazos apenas se rozaban,
y nuestros pensamientos se enredaban en las nubes,
confiados, y consolados por la mutua compañía.

5/3/12 ArGoS 

 



 
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sábado, 26 de septiembre de 2015

BOHEMIA II



Bohemia II

Un domingo de  verano
con el sol recién despierto
y cuatro gatos sentados
en un bar recién abierto.

Con el café en la zurda
y en la diestra la tostada,
el tiempo le hace burla
y la música se ausenta.

El zumo frío despierta
con un zumbido alegre
colores en su garganta,
los primeros de Septiembre.

1-IX-10 ArGoS

viernes, 25 de septiembre de 2015

Bohemia I



Bohemia I

Cálidas, revueltas sábanas
cubren, fingiendo torpeza,
la pequeña y vieja cama
donde bosteza el poeta.

Un perezoso frescor,
ingenua brisa matinal,
besa, juguetona, sus pies,
corriente del aire estival.

La luz, curiosa, espía
a través de los mil ojos
que le presta la persiana
y entran trinos, cantos, coros.

Arrastra la vista el poeta
de un ojo, rojo y cansado,
hasta el reloj de muñeca,
un amigo y un traidor.

Para caer de nuevo
la ligera letargia
que confunde con el sueño
una aburrida realidad.


"Bohemia" es una serie de poemas que describen amaneceres que he vivido y que me han parecido inspiradores

jueves, 24 de septiembre de 2015

En el puerto

En el puerto

Un crujido, y soy un despertar.
Soy un viaje en solitario.
Soy la A-3 bajo el sol.
  Inmigrante en Amsterdam.

Soy meses que se hielan de frío.
Soy un equinoccio en el extranjero.
Soy un verano curando heridas.
Soy un otoño, caminante forastero.

Quiero ser bicicleta, ser camino.
Ser alforjas, mochila y destino.
Ser movimiento, ser frugal.
Ser ligero como el mismo viento.
Y en cada calle, pasajero casual.

Soy raíces de jara creciendo en el barro,
queriendo ser las alas bajo el sol de Mayo.

23-9-15                                      ArGoS

martes, 22 de septiembre de 2015

Dama Pálida



 DAMA PÁLIDA





Acompañante de mis noches tristes,

nocturna doncella de nieve y niebla,

dulce despertar de un día de lluvia.



Melancolía de latidos grises,

caído ángel, sólida tiniebla,

bebe mi sangre, deidad de alma turbia.



Nívea blancura en llanto perlada,

bésame con el naufragio del sol,

desgarrando mi piel, helada estrella.



Fina hermosura en marfil tallada,

un sueño de eternidad sin calor

en que anclada esperas, sirena bella.



Arrastra mi barca con tu marea,

y una noche de clara luna llena

aullaré a la rosa que en mí marchita.



Mi espíritu está encallado en la arena,

deshaciéndose en lamentos y penas

mientras mi cuerpo en tus ojos dormita.



Ya ninguno de los dos sabe amar,

ahora aliméntate de mi carne,

yo haré lo mismo con tu esplendor.



Y juntos en la eterna oscuridad

volemos entre pecados y sangre,

dos sombras unidas en un desamor.

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